Profesor:
Tuve el agrado de ser alumna suya en la UNLP y siento el deseo de agradecerle inmensamente.
En primer lugar por haber tenido un profesor que dedique tanta pasión a lo que hace. Cada encuentro me generó una gran emoción, cada clase fue un aprendizaje que me ayudó en la vida cotidiana para comprender, madurar y crecer como persona.
Creo que profesores como usted son difíciles de encontrar en el mundo. Es realmente conmovedor el cálido humanismo con el que enseña: es un ejemplo a seguir que aúna profesionalismo, humildad, experiencia y sabiduría.
Mi único propósito es felicitarlo. Tuvimos una enseñanza de vida.
Guardaré en mi corazón por largos años estos momentos.
Gracias nuevamente.
Cordiales saludos.
Romina Arias Falzetta |