Reconstrucción histórica

 

Sus Ministros 1875-1999


Prólogo

Este libro recuerda a quienes, a lo largo de la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, fueron sus ministros.

Preparado por el Departamento Histórico Judicial de ese mismo Tribunal, incluye, junto a sus nombres, una breve biografía.

La historia de la Suprema Corte de Justicia se inicia en 1875 y se proyecta hasta nuestros días.
No fue en consecuencia una historia lineal ni continua.

Participó de los avatares políticos de la Provincia y del País, de sus esperanzas y frustraciones, de sus tiempos de democracia y libertad y de los dolorosos momentos de quiebre institucional.

Hemos querido sin embargo, que la recopilación obviara esas situaciones, que se hiciese con un criterio meramente alfabético, adiáforo, para que sea el juicio de la historia el que en definitiva juzgue cada valor, cada presencia y cada ausencia.

Una cosa sin embargo es cierta. Por encima de alternativas políticas tantas veces difíciles, hay una secuencia doctrinal inquebrantable: como si más allá de todas las perplejidades y sombras, la luz del derecho (que es un proyecto de justicia y paz), prevaleciera en los hechos y en la solución de los conflictos.

Siempre los jueces de la Suprema Corte procuraron en sus acuerdos y sentencias, enlazar sus decisiones con la antigua sabiduría del derecho. El símbolo in legibus salus que preside el emblema del Tribunal no estuvo ausente nunca. Como no estuvo ausente tampoco la idea de que la ley sólo puede valer cuando su vigencia viene respaldada por la innumerable luz de la justicia.

La Corte seguirá como la Provincia y el País, su trayectoria. Que la democracia, que es el único modo de vida compatible con el respeto a la dignidad del hombre y a los derechos humanos, sea la que rija por siempre en ellos.
Y que más allá de sus aciertos y errores, las mujeres y hombres que conformen las futuras integraciones del Tribunal, puedan encontrar en quienes hicieron su pasado esas semillas de verdad y amor sobre las que florece el árbol de la justicia.

Con esa esperanza presento esta memoria.

 

 

Héctor Negri
Ministro Decano