Reconstrucción histórica

 

Los edificios judiciales de la Provincia de Buenos Aires

Prólogo


Este es un libro sobre los edificios judiciales: es decir, es un libro en lo que lo edilicio se conjuga con lo judicial, para que desde las formas objetivadas de la arquitectura pueda reconocerse y honrarse al derecho, cuando la lucha por su vigencia recorre la decisiva instancia de los tribunales.

Son edificios de la Provincia de Buenos Aires, hechos en épocas distintas, siguiendo variadas concepciones estilísticas.

Los hay monumentales y sobrios, antiguos y modernos, grandes y pequeños. Todos sin embargo en su diversidad coinciden en ser trozos de una historia que recoge, entre leyes y expedientes, esa imperecedera fe en la justicia que brota desde la frustración y el dolor del derecho conculcado.

Es que en un edificio judicial se da claramente esa misteriosa transformación del espacio en ámbito de la que hablan los filósofos de la existencia.

Junto a las fachadas y pasillos, a los despachos y oficinales que muestran las fotografías y describen las palabras, está esa sutil vibración que encierra toda vida.

Historias, dramas personales, pasiones.

Si una memoria minuciosa, indefectible, pudiese recuperarlos, no alcanzarían sus confines para reflejar las dimensiones del asombro.

Vería jueces, letrados, partes, testigos, peritos. Escucharía declarar, abogar, juzgar.

Cada hombre es un mundo, un universo. La vida tribunalicia, cotidianamente, va desvelando con sus razones últimas, los signos y los símbolos de esa magnitud total.

En ella vibran negaciones y anhelos, reconciliaciones y dolores: esa luz y esa sombra que conforman el material extraño, tantas veces perplejo, de la existencia en el mundo de los hombres.

Estos edificios que hoy mostramos, gracias al delicado trabajo de Cristina Beatriz Cabrera del Departamento de Historia de la Suprema Corte, a las cuidadosas tomas fotográficas de Miguel Marsili y a la labor del quienes con ellos han colaborado, conforman por eso mismo y simultáneamente, un repaso estilístico y una memoria de vida.

Desde una y otra evocan el minucioso esfuerzo por recuperar la armonía.

Ya sea la de los planos y las líneas, la de las balaustradas y balcones; ya sea aquella más alta aún y sobrecogedora que define el derecho y que desde hace siglos el hombre viene proyectando en una cultura que trata de recoger y reflejar el innumerable valor de la justicia.

 

Héctor Negri
Ministro Decano