Estimado Dr. Héctor Negri:

Al haber rendido el tercer parcial de Filosofía del Derecho no quería dejar de expresarle lo inmensamente agradecida que estoy de haber cursado con usted. Le confieso que cada noche del día lunes antes de cenar, mientras mi madre preparaba la comida yo leía sus clases en familia. Conmovedoras, que llegan al corazón, que hacen reflexionar a todos, que nos humanizan y nos conectan con las cosas que son realmente importantes en esta vida.

Admiro la dedicación, pasión y humildad con que da cada clase. Es imposible salir de ellas sin haberse convertido en mejor persona. Son especiales porque se enseñan desde el amor. Marcaron un antes y un después en mí. Me colmaron de esperanza y fe, de saber que un mundo mejor es posible, de que la Isla de Negri se puede construir.

Le aseguro que nadie vuelve a ser el mismo después de su cursada.

Gracias por haberme enseñado a construir mi propio discurso, por darme herramientas.

Lo saludo afectuosamente.

Renata Spacarotel