Estimado Profesor  Dr. Héctor Negri

Tuve el agrado de escuchar su cd, su poesía hecha música,  leer sus letras a través de la página... y con ellas de fondo quiero permitirme expresarle el agrado de haberlo conocido.

Será el dialogo que nos llevó a nuestro encuentro de los lunes por la mañana en la UNLP, Facultad que parece un lugar frío por su estructura gigante, pero que al presenciar sus clases, sus charlas y por qué no, reír,  uno se siente más confortable.

Tiene un modo de enseñar que no es muy común. Somos hombres y mujeres de derecho ¿cómo vamos a hablar del alma?

Usted capta la atención de muchos no sólo por su tono de voz, la manera de expresarse, los temas que nos competen dentro de la filosofía,  sino porque nos indica lo que realmente el hombre es, la vida que lleva, y lo más lindo, el vivir con el otro. Con quien nos ame, nos escuche, nos mire, nos llame...

Usted nos habló de quienes estamos vivos y de quienes ya no están entre nosotros. Así logró que me planteara muchas situaciones, que salga del aula meditando sobre los temas tratados, haciéndome preguntas y buscando respuestas.

En mi vida tuve un gran dolor que la pérdida de mi padre (hace ya 2 años, para mi poco tiempo, quizá porque desde entonces perdí la noción del mismo). Qué sensación tan terrible.

Pero al escucharlo a usted hablar del alma, hablar del encuentro, de los recuerdos...me doy cuenta que tiene razón. Todo el tiempo estoy llamando al encuentro a mi padre; y el amor, con lo bello que es el amor, hoy sé que no muere.

Como tantos de mis compañeros he quedado captada por modo de enseñar,  por recordarnos que somos seres que siempre necesitamos del otro, porque sin el otro ¿qué sería yo?

Me encantó presenciar sus clases. Las voy a extrañar; sobre todo porque reconfortan el alma.

¡Gracias!

Un fuerte abrazo.


Mariana Morales