Buenos días estimado Héctor:

He leído como mucho gusto el libro que gentilmente me envió.
Me gustó mucho.
A veces cuando me estresaba en la vorágine coyuntural laboral leía poemas insertos en día tercero, cuarto y quinto. Me tranquilizaba y recordaba que somos muy pequeños en este universo y que a veces la magnificación de los problemas cotidianos que hacemos no tiene sentido, hay que darles su real dimensión y valorar todo lo bueno.
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Trato de tener una agenda equilibrada entre el trabajo y la vida personal, a veces lo logro y a veces no, pero el equilibrio es el intento cotidiano y lecturas extra laborales como su libro me ayudan.

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Que tenga un excelente día y ojalá vuelva a verlo personalmente.

Abrazo.

Martín Sheridan