Misteriosos latidos
Recuerdo
de mi infancia
una tarde
de soñados lugares
ávidos
de colores
que el crepúsculo anunciaba.
Desde el cielo
crecía la luz
de una inesperada luna
y los árboles
somnolientos
rasgaban
el primer insinuar
de ignotas muchachas.
Latidos
abiertos en el aire
por las remotas sombras.
Cada recuerdo es
ahora
como pájaros heridos
por un cazador
que aleteando
resisten
la inexorable muerte.