Profesor:

Hoy estuve en el aula compartiendo la última clase de la cursada. Eramos muchos alumnos y al retirarme sólo lo saludé pues no quería restarle tiempo a mis compañeros que seguían atrás y también deseaban despedirlo.

Quiero agradecerle cada minuto de sus clases, sus conceptos, sus anécdotas e historias. Gracias por transmitirnos su dedicación, su tiempo y su pasión por lo que hace.

Tiene razón cuando nos dice que uno ya no es el mismo en la carrera y en la vida después de cada clase en la facultad; pero mucho, mucho más después de las suyas. 

Ojalá la vida me cruce en alguna otra oportunidad con usted, ya no como alumno, sino como colega, intentando resguardar las banderas de los valores, el respeto, y la justicia que tanto nos inculcó.

Afectuosamente.


 
Daniel Mouriño Gondar