Estimado Dr. Negri 

Escuchaba al pasar a mi hija, estudiante de abogacía, leer en voz alta un texto suyo sobre el diálogo y pensé que leía un texto poético. Con asombro le pregunté qué estaba preparando y me hizo un breve comentario. Paso seguido lo leyó completo y me pareció maravilloso: no sé desde lo jurídico, porque lo desconozco,  pero sí desde lo conceptual, desde el sentido de la palabra diálogo y el acto de dialogar, de esta terrible sensación de poder diferenciar entre hablar y dialogar; acto últimamente olvidado por la mayoría de la sociedad.

Me maravillaron no sólo las consideraciones y casi definiciones del texto, sino lo profundo y poético del mismo. En determinado momento le dije que veía infinidad de metáforas en sus palabras y ella agregó: " el Dr. Negri también escribe poesía".  Y me sugirió que viera su página en internet. Al hacerlo, y, siendo mi debilidad la poesía, no pude más que entrar en la solapa que indicaba justamente poesía. (…)

Viendo lo allí expuesto (para mi impensado para alguien abocado a lo jurídico), me tomé el atrevimiento de escribirle para agradecerle, no sólo su poesía, sino el contenido de esa página y que desde un lugar tan importante como es la formación desarrolle estos temas.

Creí ver a Macedonio Fernández, me recordaron las clases de Jorge Luis Borges recopiladas en un libro de consulta diaria. Lamento no haberlo leído antes, pero ya me suscribí para recibir las actualizaciones.

Humildemente, desde un lugar muy pequeño escribo poesía. Amo la poesía como expresión de esa vastedad que nos habita y que tantas veces se calla.

Gracias por abrir ese mundo a quienes concurren a sus clases. Espero que sepan aprovecharlas. Yo no puedo evitar expresarme ante lo que me conmueve gratamente.

Atentamente,

 

Silvia Beatriz Di Leo